miércoles, 26 de septiembre de 2007

Storm

Siempre tropiezo con la misma teja, mientras los ojos cachondos del calcetín negruzco me sonríen entre la penumbra de los rayos del sol, e ignorante me encamino.
Me encamino hacía ninguna parte y mientras corro deshidratada bebo chupitos de tequila para aguantar mejor el traqueteo. El traqueteo de la teja sobra la que siempre tropiezo, mientras los ojos cachondos del calcetín negruzco sonríen entre la penumbra de los rayos del sol.
Creo que hoy escribo en círculos...




Al sueño perdido

Al filo de la madrugada me siento a escribir de nuevo. Sueños perezosos que se escapan entre las yemas de mis dedos me retienen en el mundo consciente y me obligan a mantenerme ocupada. Y qué mejor manera que escribirle un algo. Aunque sólo sea para que sepa que le echo de menos.
Una carta de amor o de respeto... de odio, quizás ¿por qué me has abandonado?
Yo que siempre fui buena, te abrazaba y aún cuando vienes a visitarme te sigo abrazando con candor. Tus besos son bostezos que acarician mi garganta y tus frágiles brazos me mecen siguiendo mi tranquilo y acompasado ritmo al respirar.
Una noche tonta, o triste, o quizás ambas cosas, decidiste que ya no te gustaba dormirme acunada y dejaste de hacerlo. Otra de esas noches decidiste dejar de arrullarme con cariño insuflándome paz y me dejaste viendo la silueta de tu espalda tumbada al lado de mi cuerpo desnudo. La siguiente decidiste abandonarme, sin recoger siquiera tus enseres, para que yo cada mañana al intentar ducharme, desayunar, estudiar, salir o pintar suspirara intranquila recordándote.
No te odio, ni te respeto, ni siquiera sé si aún te quiero.Sólo sé que cada noche, cuando el cansancio se abalanza sobre mis hombros y los párpados caen rendidos bajo el peso de sus propias mentiras, no te encuentro a mi lado.




lunes, 24 de septiembre de 2007

In my secret life

El sonido acompasado del despertador que había encima de mi mesilla fue sacando progresivamente a las almejas de su ensueño, con pasitos cortos y perezosos fueron saliendo de mis bolsillos y escurriéndose fuera de mi cama. En el suelo las esperaba la serpiente con aire meditabundo y sin ninguna paciencia fue regañándolas a todas y cada una de ellas por llegar tarde.
Una vez las hubo reunido, las hizo formar filas y al grito de “¡Marchen!” se puso el pequeño ejercito en marcha. Cruzaron el rió y atravesaron montañas, cañones en erupción , cruzaron peligrosos caminos y..por fin se encontraron cara a cara con el enemigo: la Indiferencia. ¡Alto!! Grito la serpiente y todas detuvieron sus andares.
Allí se alzaba antes ellas la espeluznante y desagradable Indiferencia, les dirigió una mueca cargada de infinita repugnancia.¡En posición!¡Apunten!¡Carguen!¡Fuego!...La encarnizada batalla no tubo supervivientes. Aun duermo sola




domingo, 23 de septiembre de 2007

¿Por quien doblan las campanas?

¿Por quién doblan las campanas? El amor, murió de un ataque al corazón. ¡Oh, cruel destino! Que muerte tan apropiada.
La esperanza y la alegría cargan con el liviano ataúd de madera, tan natural y sencillo como su contenido. Sin pompa , sin fiesta, sin llamar apenas la atención, todos avanzan silenciosos por los tortuosos caminos que conducen al eterno descanso de un amigo tan querido como cercano.
Antes de arribar al cementerio de la ciudad de la memoria, la incredulidad detiene el cortejo y con rapidez felina destapa sin cuidado el féretro... para ver por vez ultima el rostro de aquel al que tanto quiso y en quien tanto confió, ni siquiera le reconoce ¡No puede ser el!...la inocencia derrama sin parar lagrimas que corretean entre los pies de los presentes. Continua la marcha, la desidia y la indiferencia cargan esta vez con el peso. Ya casi hemos llegado.
En lo más profundo, en el más oscuro de los agujeros justo antes de tocar fondo y perder la razón, se deposita con cuidado el cajón. Desde arriba la visión se transforma. El ataúd se presenta grandioso, maravilloso. La nostalgia hace su aparición, llega tarde, pero llega.
Reflejo de un pasado cercano, apenas sombra de lo que fue hace no mucho tiempo. El amor, dentro de un cajón. Marchito. Consumido. Fétido. Nauseabundo. La esperanza loca y mortal de necesidad se arroja dentro de la tumba. Suicidio, dicen.
Estupefactos los presentes, cubren como pueden el lugar de la tragedia. La hipocresía toma el control de la situación y la norma de no volver jamás a aquel lugar se impone en todo el cuerpo.
¿Por quién doblan las campanas?

Por qué sin amor no se puede vivir.
Por qué sin esperanza se debe morir.



jueves, 20 de septiembre de 2007

Ooooo quiero uno!!

El baile de las gambas crudas

En unas pocas horas tendré que levantarme para enfrentar uno de los examenes más terroríficos de entre todos los miles que he tenido que afrontar esté, mi septiembre (vaga) y en unas pocas horas más...aiii en unas pocas horas más...
Beberé con gusto del mar de la cerveza y nadaré gozosa entre los tirabuzones de niñita bondadosa que se forma en tu melena de macho, viril. ¿Seras tu o sera tu hermana? lengua de caramelo y corazón supurante de veneno, (pero de escote generoso), quien me acompañe a desmigar los placeres de la noche. Adormecer a la luna y chuparle los pezones sin que apenas lo note...
Y por tu puta culpa escribo con rimas...versos sin alma suplicando por tu sudor! ¬¬
No tienes corazón...





Coño, necesito un polvo.

Vacuo

Algunos caparazones nacen vacios, sin nada que guardar y sus dueños sabedores del problema buscan siempre en los demás algo con lo que rellenar.



Huecos si les das un golpe

y oscuros si miras al interior,

realmente si te metes dentro

sentiras el vacio a tu alrededor.



Algunas personas nacen vacias...








miércoles, 12 de septiembre de 2007

Prison sex

Qué son tus palabras, sino ligeras advertencias
Destinadas a conservar intacto tu podrido corazón.
Qué son tus mentiras, sino jarros de aguas frias
Que destrozan desgarrando mi esperanza y mi razón
Chillo en silencio rompiendo la ausencia y sin más...no se escucha nada. Repito el gesto con la mirada serena de torrenciales sentimientos. Nada. Y más nada me contesta mi aullido. Me siento anonima y sin ser mia me siento muy tuya. Nada.
Qué soy yo. Sino cenizas de antiguas fogatas...