jueves, 24 de julio de 2008

Mentira

Un hombre no es más que la sucesión de acontecimientos en los que ha ido participando a lo largo de su vida, íntimos o públicos, nos marcan y definen con la precisión de una plumilla afilada.

Los trazos de la piel hablan, menos que la lengua, pero siguen comunicándote ese algo que encierra y contiene al tiempo, el alma del individuo. Un hola, de la boca no correspondido con los ojos acaba confesando esa pequeña mentira / verdad que se esconde tras los párpados, los dibuja, traza y colorea con un sin fin de matices.
El arte de leerlos corresponde solo al viento, ya que la humanidad tiende a confundirlos e interpretarlos dirigiéndolos hacía si mismos. Craso error.
Esa pequeña mentira / verdad aparece desnuda, cuando el portador también lo está. En silencio, acompañado o en soledad. Transparente traspasa la figura, marcando trazos indescifrables, dejando a relucir palabras sin terminar. Algunas mal acentuadas, otras inconexas, juntas o revueltas...







¿Me lees?